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Día 11: Un Encuentro con el Gran Cerrador de Puertas

15 Días de Encuentros Sobrenaturales | Serie devocional gratis | por Jamie Rohrbaugh | DeSuPresencia.com

¡Bienvenido al Día 11 de nuestra serie devocional gratuita de 15 días de encuentros sobrenaturales!

Cada día de esta serie tiene tres partes: lee, saber que y ora. Mientras avanzas a través de esta serie, ¡le he pedido a Dios que seas impactado poderosamente y que el Espíritu Santo te lleve a un nuevo nivel de intimidad con Jesús!

Lee:

Apocalipsis 3:7-13 (Reina Valera RVR1960):

Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: “Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre:

Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.

He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la tierra.

He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.

Para el día 11 de nuestros 15 días de encuentros sobrenaturales, sentí que el Señor quería hablarte sobre algunas puertas cerradas.

Debes saber que:

Siempre tienes una opción acerca de qué tan lejos vas con Dios:

  • Puedes elegir seguirlo, o no.
  • Puedes elegir lo mejor que Él tiene para ti, o no.
  • Puedes también elegir algo que ni siquiera se acerca a Su voluntad para tu vida si así lo deseas.

Nuestro Padre Dios no te forzará. Él te perseguirá, te asombrará y te atraerá; Él te ama demasiado para hacer lo contrario. Pero Él nunca te obligará a elegirlo a Él.

Y Le oí decirte hoy:

“Hay algunas puertas en tu vida que Me gustaría cerrar rápidamente. Yo soy el Gran Cerrador de Puertas y el Gran Abridor de Puertas. Nadie más que Yo tiene el poder de abrir y cerrar puertas como Yo puedo.

Las puertas que Me gustaría cerrar para ti son puertas que llevan a cosas que te han mantenido atrapado. Has estado atrapado en cosas que son menos de lo mejor que Yo tengo para ti, y me gustaría alejar estas cosas de ti.

¿Pero, confiarías en mí? ¿Creerás que Yo puedo y que hare que todas las cosas trabajen para tu bien? ¿Me permitirás cerrar puertas en tu vida que te están haciendo daño, para que Yo pueda abrir otras?

Hoy es el día para decidir.”

¿Estás dispuesto a confiar en Dios lo suficiente como para permitirle que cierre algunas puertas para ti–y te abra otras?

Por lo general, no tenemos problema con Dios abriéndonos las puertas. Son las puertas cerradas las que tienden a molestarnos…

… porque si Él cierra puertas, puede que tengamos que renunciar a ciertas cosas.

¿Pero, qué no es de eso de lo que se trata?

¿No dijo Jesús que deberíamos estar dispuestos a renunciar a madre o padre o esposo o esposa o hijos o casas o tierras por Él? ¿No dijo Él que deberíamos seguirlo sin importar qué, incluso si nos cuesta todo? ¿No se supone que debemos tomar nuestra cruz y seguirle?

¿Y no decidimos al principio de esta serie que no queríamos ganar todo el mundo y perder nuestra alma?

Si vamos a ir más arriba con Jesús, simplemente debemos estar dispuestos a permitir que Él nos quite las cosas que nos dañan… incluso cuando nuestra sabiduría terrenal no lo comprende.

Y, cada vez que tengas un encuentro sobrenatural con Dios, debes decidir si te someterás a Él como lo que Él es.

Y Él es el que tiene la llave de David; el que abre, y nadie puede cerrar; y es quien cierra, y ningún hombre puede abrir.

Él es el Gran Abridor de Puertas, y el Gran Cerrador de Puertas. ¿Vas a elegir hoy permitirle a Él que se manifieste en tu vida de esta manera, como lo que Él es? Si es así, tómate un tiempo ahora mismo para arreglarte con Dios y ceder tu voluntad a la Suya en esta área.

Ora de esta manera al Gran Cerrador de Puertas:

“Padre Celestial, en el nombre de Jesús, me doy cuenta de que estoy involucrado en algunas cosas en mi vida que probablemente no sean lo mejor que Tú tienes para mí. Dios Padre, renuncio a mi derecho a tener las cosas como yo las quiero y, en cambio, doy paso y cedo a lo mejor que Tú tienes.

Padre, en el nombre de Jesús, por favor, cierra todas las puertas de mi vida que no sean lo mejor que Tú tienes para mí. Ayúdame a reconocer Tu mano trabajando en mi vida mientras lo haces, Señor, y por favor ayúdame a soltar y dejar ir todo a lo que me he aferrado, si no es de Ti.

Y, Padre, también te pido que me abras otras puertas que SI SON lo mejor de Tí para mí. Guíame y llévame hacia Tus mejores planes, y muéstrame las respuestas a mis oraciones a lo largo del proceso.

Gracias Padre. En el nombre de Jesús, amén.”

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