Día 2: Encuentros Personales con Jesús

¡Bienvenido al Día 2 de nuestra serie devocional gratuita de 15 días de encuentros sobrenaturales!

Cada día de esta serie tiene tres partes: lee, saber que, y ora. Mientras avanzas a través de esta serie, ¡le he pedido a Dios que seas impactado poderosamente y que el Espíritu Santo te lleve a un nuevo nivel de intimidad con Jesús!

Lee:

Isaías 6:1 en la RVA2015 Reina Valera Actualizada:

“En el año que murió el rey Uzías, vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime; y el borde de Sus vestiduras llenaba el templo.“

Hoy, hablamos de encuentros personales con Jesús. Debes saber que:

Desde el comienzo de la creación, Dios siempre ha aparecido en persona ante Su pueblo. Por ejemplo:

• Caminaba con Adán y Eva en el fresco del día.
• Le apareció una y otra vez a Abraham – sí, en persona.
• Le apareció visiblemente a Moisés, parado a la puerta de la carpa de Moisés para hablar con él “cara a cara, como un hombre habla a su amigo” (Éxodo 33:11).

Y Jesús nos dijo que todavía es Su voluntad aparecerse a nosotros – encontrarnos en persona.

En Juan 14:21, Jesús dijo:

“El que tiene mis mandamientos y los guarda, es el que me ama. Y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él.“

¿Tienes hambre de este tipo de encuentros personales con Jesús? Y aún más que tener esa hambre; ¿Lo amas a Él? ¿Deseas conocerlo de ésta manera? ¿Anhelas ver Su rostro?

Y, lo que es más importante, ¿guardas Sus mandamientos para que Él pueda cumplir esta promesa y manifestarse ante tí?

Si todavía no guardas Sus mandamientos regularmente, no te castigues. ¡Jesús no te castiga! En cambio, Jesús usa preguntas como ésta para hacerte consciente del estado de tu propio corazón.

En Juan 15:4-5, Jesús dijo estas palabras de aliento:

“Permanece en mí y yo en ti. Como la rama no puede dar fruto por sí misma, a menos que permanezca en la vid, tú tampoco puede hacerlo, a menos que permanezcas en Mí. Yo soy la vid, tú eres las ramas. El que permanece en mí, y yo en él, lleva mucho fruto; porque sin Mí no puedes hacer nada.“

Si aún no guardas los mandamientos de Jesús, Él te ayudará a comenzar hoy… ¡si tú así lo deseas!

Sin Él, nada puedes hacer. Pero cuando haces que tu vida sea toda acerca de Él, encontrando tu vida en Él, entonces darás mucho fruto. Él te ayudará mucho.

Guardar sus mandamientos será un proceso de crecimiento. No lo perfeccionarás de inmediato, pero aprenderás y crecerás tan rápido como te lo propongas. Y mientras todo eso pasa, te acercarás más y más a Él.

Además, debes saber que no puedes hacerlo por tu cuenta; la única manera en que puedes hacerlo es mantener tus ojos en Jesús, y Él te acercará tanto a sí mismo, que ya no querrás desobedecerlo.

Cuando mantienes tus ojos en Jesús, perderás el apetito por cualquier cosa que lo ponga triste.

Mirarás el rostro de Aquel al que amas, y te perderás tanto en el amor por Él que nadie ni nada importará más que Él.

Cuando decides caminar con Él, mantener tus ojos en Él y vivir para Él en todas tus elecciones, entonces podrás experimentar la plenitud de todas Sus promesas, incluidas Sus promesas de manifestarse ante tí en persona. Te acercarás a Él de esta manera, aun a medida que crezcas, ¡e incluso si cometes errores!

¿Quieres esto?

Ora:

“Padre Dios, en el nombre de Jesús, deseo verte. Quiero ver a Jesús. Quiero ver Tu gloria y Tu rostro.

Señor Jesús, sé que necesito serte obediente y guardar Tus mandamientos para estar cerca de Ti de esa manera. Así que por favor ayúdame. Por favor, acércame a Ti y ayúdame a mantener mis ojos en Jesús.

Y Jesús, por favor, muéstrame Tu gloria. Incluso a medida que aprendo y crezco, por favor manifiéstate a mí personalmente. Quiero mirar Tu rostro, porque te amo. Gracias Señor. Gracias Padre. En el nombre de Jesús, amén.”