Día 7: El Pecado Del Exceso de Trabajo
¡Bienvenido a 21 días de Esperanza y Sanidad!
Esta serie es una secuencia muy simple de versículos bíblicos y puntos de oración que puedes orar para caminar durante un período de 21 días de descanso, refrescante, desintoxicación del estrés y reposición espiritual.
Cada día de esta serie tiene solo dos partes: un versículo para leer y un conjunto de sugerencias de oración con viñetas muy simples que puedes orar a partir de ese versículo para pedirle al Señor que te sane y te refresque. Esta serie está diseñada para ayudarte a orar por esperanza y sanidad en tu cuerpo, alma y espíritu. ¡Los tres son igualmente importantes!
Aquí está el Día 7 de Esperanza y Sanidad:
Medita en este versículo de la Biblia:
Isaías 30:15a: “Porque así dice el Señor Dios, el Santo de Israel: ‘En el regreso y el descanso serás salvo; en la quietud y la confianza será tu fuerza.'”
Y ora:
- Confiesa al Señor cualquier lucha que hayas tenido en el área de confiar en que Él se encargará de las cosas.
- Confiesa tu pecado de exceso de trabajo, si corresponde.
- Confiesa tu amor al Señor; dile cuánto lo amas y cuánto deseas honrarlo en todas las cosas.
- Habla con Él sobre lo honorable que es el trabajo diligente, pero también sabes que hay una línea entre el buen trabajo y el exceso de trabajo, y esa línea tiene que ver con a quién estás buscando para obtener provisión y resultados.
- Pídele al Señor que te perdone por cada pecado de exceso de trabajo.
- Pídele que te perdone por cada vez que has permitido que tus ojos se desvíen, y has mirado a cualquier otra cosa que no sea ÉL para obtener éxito y resultados.
- Pídele que te ayude a regresar a Él y volver a mantener tus ojos en JESÚS, el Autor y Consumador de tu fe.
- Pídele que te ayude a elegir confiar en Él todos los días y mirarlo sin sentirte abrumado.
- Pídele que te ayude a descansar en Él hoy y a confiar en Él para todo.
Como recordatorio, ora siempre en todas las formas en que el Señor te guíe. El Espíritu Santo es tu intercesor (Romanos 8), y Él te ayudará a orar exactamente como Él quiere que lo hagas.
Así que usa tus propias palabras; pídele al Espíritu Santo que te ayude; ¡y simplemente recibe de Él mientras Él ora a través de ti el corazón del Padre!
¡Nos vemos mañana para el día 8!