31 Confesiones Sobre Tu Salud

Amado, ¿necesitas ver la sanidad del Señor manifestada en tu cuerpo hoy? Si es así, entonces es SUPERIMPORTANTE que recibas la Palabra de Dios acerca de la sanidad en tu boca. Para ayudarte, me sentí guiada a escribir 31 confesiones de sanidad para ti hoy: 31 confesiones bíblicas, bíblicas y llenas de fe sobre tu salud.

Decir confesiones sobre tu salud trae cambios porque las palabras tienen poder creativo.

Dios creó el universo entero diciendo: “Hágase …,” y cuando lo hizo, lo que ordenó que existiera de repente comenzó a existir. En el hebreo original, en realidad dijo: “¡Luz, SEA!” … y hubo luz. Su Palabra en realidad tiene poder creativo.

La buena noticia es que Jesús ya hizo el arduo trabajo de sanarte en la cruz.

Esto no significa que no debamos ir a los médicos; ¡Por supuesto, debes ir a un médico si necesitas atención médica! Jesús mismo dijo en Marcos 2:17: “Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos.” Así que sí, si necesitas atención médica, ¡ve a un médico de inmediato!

Sin embargo, así como Dios sana de manera sobrenatural a través de los médicos, también sana a través de la sabiduría, la nutrición saludable, las buenas elecciones de vida, el ejercicio y los milagros. Él sana de todas las formas posibles; ¡así es Él, Su pasión es sanarte a TI! De modo que Él aprovecha todas las oportunidades posibles para ayudarnos a caminar en salud divina.

Entonces, amado(a) …

Obviamente, debemos tomar decisiones de estilo de vida saludables y buscar una buena atención médica, pero también debemos incorporar nuestra fe por lo sobrenatural mientras caminamos hacia nuestra sanidad divina.

Y la fe por lo sobrenatural requiere hablar la Palabra de Dios acerca de la sanidad de su boca. (Literalmente: la palabra griega para “fe” literalmente significa tanto la convicción interior profunda MÁS la confesión verbal de aquello de lo que estás convencido. No puedes operar en la fe bíblica sin decir con tu boca lo que crees. Fe real sin confesión no existe.)

Estas convencido? ¡Bien! Entonces, sin más preámbulos, aquí hay 31 confesiones sobre tu salud:

1. Mi cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en mí, a quien he recibido de Dios. Yo no soy mío. Yo fui comprado por un precio; por tanto, glorifico a Dios en mi cuerpo y en mi espíritu, que son de Dios. (Ver 1 Corintios 6:19-20.)
2. Prospero en todas las cosas y gozo de salud, así como prospera mi alma. (Ver 3 Juan 1:2.)
3. Soy sanado por las heridas de Jesús. (Véase Isaías 53:5.)
4. Ya fui sanado hace dos mil años por las llagas de Jesús, cuando Jesús murió en la cruz. Ahora vivo en total paz y salud gracias a lo que Jesús hizo por mí. (Ver 1 Pedro 2:24).
5. El Señor envió Su Palabra, Jesucristo, y me sanó y me libró de mis destrucciones, TODAS. (Ver Salmo 107:20.)
6. Yo sirvo al Señor mi Dios, y él bendice mi pan y mi agua. Y quita la enfermedad de en medio de mí. Nadie sufrirá un aborto espontáneo o será estéril en mi tierra o en mi familia; el Señor cumple el número de mis días. (Véase Éxodo 23:25-26.)
7. Porque he puesto mi amor en el Señor, por eso el Señor me libra; Me exaltará, porque he conocido su nombre. Invoco al Señor, y el Señor me responde; Él está conmigo en la angustia; Él me libra y me honra. El Señor me satisface con larga vida y me muestra su salvación. (Ver Salmo 91:14-16.)
8. Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son útiles. Como y bebo, y hago solo las cosas que me ayudan, las que me edifican y las que me fortalecen. (Véase 1 Corintios 10:23.)
9. Ya sea que coma o beba, o cualquier cosa que haga, lo hago todo para la gloria de Dios. (Véase 1 Corintios 10:31.)
10. “Pero yo disciplino mi cuerpo y lo someto a sujeción, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo quede descalificado” (1 Corintios 9:27).
11. Corro mi carrera para obtener el premio, y soy moderado en todas las cosas para poder ganar ese premio. (Ver 1 Corintios 9:24-25.)
12. Aumento cada día en sabiduría, fuerza y ​​salud, y en el favor de Dios y de los hombres. (Véase Lucas 2:52.)
13. El vino es un burlador y la bebida fuerte es un alborotador; Tengo la sabiduría del Señor y el alcohol no me engaña. No es para los reyes beber vino o bebidas embriagantes, y yo soy un rey en la tierra; para que no beba alcohol, para recordar la ley de Dios, hacer justicia y retener mi reinado. Estoy lleno del Espíritu en lugar de alcohol. (Ver Proverbios 20:1; Proverbios 31:4-5; Efesios 5:18.)
14. Dios mismo ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo y poder, y Jesús me sanó y me libró de toda opresión demoníaca, porque Dios estaba con él. (Vea Hechos 10:38.)
15. Me deleito a diario en la Palabra de Dios, que es VIDA para mi cuerpo, alma y espíritu; porque Jesús dijo: “El Espíritu es el que da vida; la carne no aprovecha para nada. Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida ”(Juan 6:63).
16. Me ciño de fuerza y ​​fortalezco mis brazos. (Vea Proverbios 31:17.)
17. Tengo un corazón alegre que hace el bien, como una medicina. (Vea Proverbios 17:22.)
18. Mi corazón se regocija por la luz de mis ojos, que es Jesucristo en mí, la Esperanza de gloria. (Vea Proverbios 15:30; Colosenses 1:27.)
19. Recibo buenos informes todos los días, tanto del Señor como de los hombres; y esos buenos informes sanan mis huesos. ¡Siempre habito en el buen reporte del Señor! (Vea Proverbios 15:30.)
20. No soy sabio en mis propios ojos; Temo al Señor y me aparto del mal. Es salud para mi carne y fortaleza para mis huesos. (Vea Proverbios 3:7-8.)
21. Mis ojos son las lámparas de mi cuerpo. Mis ojos son buenos y claros. Ven perfectamente y todo mi cuerpo está lleno de luz. (Véase Mateo 6:22.)
22. Guardo mi corazón “con TODA diligencia, porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).
23. Vengo a Jesús, porque estoy cansado y cargado, y Jesús me da descanso. Tomo Su yugo sobre mí y aprendo de Él, porque Él es manso y humilde de corazón, y yo en Él encuentro descanso para mi alma; porque su yugo es fácil y ligera su carga (ver Mateo 11:28-30).
24. No camino en la esperanza diferida, sino en los deseos cumplidos. Mis deseos son continuamente satisfechos por el Señor, porque confío en el Señor, y Él me da los deseos de mi corazón. Mis deseos cumplidos son para mí un árbol de vida. (Vea Proverbios 13:12; Salmo 37: 4.)
25. El aliento de Dios está en mi nariz. (Véase Job 27:3.)
26. Tengo sed, así que me acerco a Jesús y bebo. Creo en Jesús, como dice la Escritura; y de mi corazón y de mi vientre fluyen ríos de agua viva. (Ver Juan 7:37-38.)
27. Presto atención a las palabras de Dios e inclino mi oído a Sus dichos. No dejo que se aparten de mis ojos; Los guardo en medio de mi corazón; porque las palabras de Dios son vida para mí y para todos los que las encuentran, y salud para toda nuestra carne (ver Proverbios 4:20-22).
28. “El Señor Dios es mi fuerza; Él hará mis pies como de ciervo, y me hará caminar sobre mis altos montes ”(Habacuc 3:19).
29. “El Espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me da vida” (Job 33:4).
30. He aquí, el Señor me trae salud y sanidad; Él ya me ha sanado y me revela la abundancia de paz, verdad y prosperidad. (Véase Jeremías 33:6.)
31. “Bendice, alma mía, al Señor; y todo lo que hay dentro de mí, bendiga su santo nombre. Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides todos sus beneficios: el que perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias, el que redime tu vida de la perdición, el que te corona de misericordia y tiernas misericordias, que sacia tu boca de bienes , para que tu juventud se renueve como la del águila” (Salmo 103:1-5).

Amado, estas 31 confesiones sobre tu salud son solo la punta del iceberg cuando se trata de Escrituras de sanidad en la Biblia.

Pero, SON UN GRAN COMIENZO. ¡Te animo a que las imprimas, las declares sobre ti mismo todos los días y estudies las Escrituras asociadas con cada confesión de sanidad mencionada anteriormente!

¿Ya declaraste estas confesiones de salud sobre ti mismo hoy? ¿Cuál es TU verso de sanidad favorito? ¡Deja un comentario a continuación y compártelo!