La Solución al Miedo (Parte 1): Cómo Dios Me Libró Del Miedo
Esta entrada es la parte 1 de 2 de la serie La Solución al Miedo.
Con demasiada frecuencia, en los círculos cristianos, vemos a una persona que lucha con el miedo y les decimos: “¡Tengan fe!” Sin embargo:
La fe no es la solución a su problema. La solución al miedo es el amor, no la fe.
Yo batallaba mucho con el miedo. Comenzó en mi primer año en la preparatoria, cuando me acosaban mucho, y continuó hasta que tenía 27 o 28 años. Yo era muy miedosa. Me daban ataques de pánico y hasta me faltaba el aliento. Literalmente no podía respirar, y esto me pasaba a menudo. El miedo me estrangulaba.
Oré por sanidad, pero no pareció mejorar. Le ordené al espíritu de miedo que me dejara, pero eso tampoco parecía funcionar. Los ataques de pánico continuaron. Ya estaba yo en mi último recurso.
Entonces, un día, por Su misericordia, el Señor me mostró cómo sanarme del miedo que me estaba destruyendo.
Recuerdo la experiencia claramente. Estaba sentada la otra recámara de mi casa, en el piso, jadeando de miedo otra vez. Oré y le pedí a Dios que me ayudara. De alguna manera, el Espíritu Santo me atravesó lo suficiente como para hacerme abrir mi Biblia en la 1 Juan 4:18, que dice:
“No hay miedo en el amor; pero el amor perfecto expulsa el miedo, porque el miedo implica tormento. Pero el que teme no ha sido perfeccionado en el amor.“
Ya conocía este versículo, pero solo “saberlo” no había hecho ninguna diferencia. Necesitaba más, así que el Espíritu Santo, el Gran Médico, me mostró cómo este versículo contenía la cura que yo necesitaba:
- El miedo definitivamente me estaba atormentando; entonces supe que el verso se aplicaba a mí.
- Esta promesa dice que el amor perfecto expulsa el miedo.
- También dice que si tengo miedo, es porque no me he hecho perfecto en el amor.
Tanto el problema como la solución fueron expuestos en este versículo. El problema era el miedo. La solución era ser perfeccionada en el amor.
Entonces inmediatamente le pedí a Dios que me llenara con Su perfecto amor que echa fuera el miedo.
Yo no sabía cómo recibir ese amor, pero estaba tan desesperada, que el Espíritu Santo me dió esta imagen mental para ayudarme:
Me vi a mí misma siendo llenada lentamente de líquido, como si fuera una botella con forma humana. El líquido era azul. Era el amor perfecto del Padre.
Vi este líquido llenar primero solo las puntas de mis dedos de los pies. Pero seguía llenándome: subía al nivel del pie hacia el tobillo, luego subía por las espinillas y continuaba subiendo por todo el cuerpo.
Esta visión de estar llena del amor del Padre continuó. Hubo algunos lugares en los que parecía ir más lento. Cuando este líquido azul llegó a mis pulmones, se detuvo un rato allí. Medité un poco más sobre el amor de Papá y sobre Sus palabras: “El amor perfecto expulsa el miedo.”
Entonces vi que el líquido azul comenzaba a llenar mis pulmones y mi pecho, y de repente fue como si mis pulmones hubieran sido liberados. Pude respirar profundamente, por primera vez, en mucho tiempo.
Algo similar sucedió cuando vi el líquido azul llegar a mi corazón. Seguí meditando en el amor perfecto del Padre por mí; y después de unos momentos, el azul continuó hacia mis hombros, llenando mi corazón. Cuando lo hizo, literalmente sentí la sanidad del Padre en mi corazón y mis emociones.
Esta visión continuó hasta que vi todo mi cuerpo lleno y empapado, chapoteando con el amor perfecto de Dios Padre.
Dios me sanó del miedo ese día. Inmediatamente pude respirar de nuevo.
El espíritu de miedo me dejó, porque el amor perfecto de Dios lo expulsó.
Con demasiada frecuencia, tratamos de deshacernos de algo malo sin reemplazarlo por lo bueno y lo sagrado. Pero Jesús enseñó que tenemos que ser llenos de lo bueno para mantener fuera lo malo (Mateo 12: 43-45).
Entonces, cada vez que el miedo ha tratado de atraparme desde entonces, lo interrumpo al meditar en el amor perfecto de Jesús por mí. Sigo recordando esa visión de estar llena del amor de Dios, como una botella con forma de Jamie. ?
¿Sufres de miedo? Tú también puedes ser curado.
Hay una solución absolutamente 100% segura para el miedo, y puedes ser sanado del miedo ahora, hoy mismo.
La solución al miedo es el amor; El amor perfecto echa fuera el miedo. Si permites que Dios te perfeccione en su amor, serás libre del miedo.
Será un proceso, como lo ha sido para mí, pero Él te perfeccionará en el amor, y Él puede liberarte del miedo en este mismo momento.
Si te identificas con esta historia y quieres ser libre del miedo, ¿meditarías en la visión de arriba en tu mente? Imagínate a ti mismo llenándote del amor de Papá Dios, como una botella con forma tuya. Pídele que te perfeccione en el amor. El amor perfecto de papá expulsará el miedo y serás libre.
Y me encantaría saber cuando seas libre. Por favor, deja un comentario a continuación!